Es una mañana fresca en este septiembre del 2015 . Quede en visitar al vecino que trabaja del otro lado del Río Trankura. Enedino tiene 74 años y un oficio que heredó de su padre, «maderero con bueyes», lleva 5 décadas cumpliendo con esta vocación que ama. Ahora, tiene unos nuevos bueyes de 6 años y 800 kg, ellos son «suspiro por verte». Con ellos, acarrea troncos desde lo alto de la montaña dentro de los inmensos bosques del sur de Chile, para luego ser llevados a los aserraderos o ser usados para leña.